Estudio previo de necesidades de los usuarios para crear apps
Tenemos una idea y decidimos tirarla adelante. Un proceso muy normal a la hora de embarcarse en un desarrollo de una aplicación. Es simple y cualquiera puede hacerlo ¿verdad? No es exactamente así. El proceso de desarrollo es largo y costoso, tal y como hemos mencionado en anteriores posts, y es por ello que entra en juego una fase muy importante: el estudio de requisitos y necesidades.
Esta fase entra dentro del estudio de recursos que debemos llevar a cabo, pero esta vez la enfocaremos de otro modo. En vez de mirar qué necesitamos a nivel material para hacer una realidad nuestra idea, nos pondremos en el otro lado y será lo que va a determinar si nuestra idea es buena o por lo contrario está destinada al fracaso. Vamos a ver de qué trata.
Tabla de contenidos
Necesidades y requisitos en el desarrollo de apps
Normalmente hacemos una aplicación para cubrir una necesidad existente en el mercado, ya sea a nivel personal (cuando queremos promocionar una tienda por ejemplo) o pública, la cual es la que nos ocupa en el post de hoy. Esto significa que deseamos ayudar a nuestros potentes usuarios en alguna necesidad que ellos tengan. Pero si invertimos trabajo en ello también es para poder ganar dinero de algún modo, por lo que primero nos preguntaremos:
¿Esta app va a generar ingresos extras?
Para poder contestar esto debemos tener bien clara la plataforma en la que vamos a lanzarla. Recordemos que nos movemos por las dos más populares, la AppStore de Apple y el Google Play de Android, las cuales tienen dos políticas culturales bien distintas. No es ningún misterio que los usuarios de iOS tienden a gastar más dinero en los servicios que contratan, es algo demostrado en estudios. Por eso aquí vamos a proceder a marcar un precio de salida en iPhone y iPad mientras que en Android procederemos a buscar el beneficio en la publicidad.
Pero no va a ser poner estas metodologías de ingresos y todo solucionado, hay que pensar que hay otros modos de generarlos, lo cual va a depender de la naturaleza de nuestra aplicación. Por ejemplo, si nos basamos en ofrecer planes de entrenamiento físico, una opción es que algunos de estos planes estén reservados a usuarios premium, de modo que añadimos la motivación de que si desean una experiencia más completa, deberán pagar una cantidad pequeña por cada plan. Es aquí donde entra la segunda fase:
Las necesidades de nuestro target
En esta parte es donde nos vamos a dar cuenta si nuestra idea va a funcionar o no. Debemos ser muy críticos y no dejarnos llevar por el pensamiento de “es una gran idea”. Si analizamos bien el mercado resolveremos esta duda sin problema.
1 – ¿Cómo lo vamos a hacer?
Mirando qué opciones reales ya existentes hay, o dicho de otro modo buscando aplicaciones similares en la competencia. No debemos tratar de inventar la rueda y encontrarnos en una cruzada imposible por ser únicos. Se estima que hay 1.5 millones de aplicaciones únicamente en la AppStore de Apple, en las que encontramos servicios de todo tipo, juegos o incluso aplicaciones de dudosa calidad que hacen perder el tiempo al usuario. Es muy probable que nuestra idea esté entre estas aplicaciones, por lo que debemos ser listos y encontrar la oportunidad de negocio en las carencias de los demás. Buscad apps muy variopintas que hagan la función que queréis, analizadlas en profundidad, desgranadlas y sobretodo tomad muchas notas de funcionalidad.
Observando las virtudes sabréis cual es el camino correcto a seguir, y mirando las carencias encontraréis que aspectos podéis añadir a vuestra app para que se diferencie del resto. Aquí os podéis ayudar realizando test de usabilidad haciendo prototipos que se parezcan a lo existente. Normalmente esto lo dejamos para cuando queremos tirar adelante nuestro producto, pero no hay nada mejor que contar con usuarios finales para darse cuenta de los requisitos que debe cumplir nuestra app para satisfacer al usuario.
2 – ¿La interfaz es entendible?¿la paleta de colores es cómoda para la vista?¿ofrece opciones para compartir datos?
Son preguntas que debemos plantearnos a la hora de decidir todas las posibilidades que queremos darle al usuario. Pensad que no sólo tendremos en cuenta el beneficio real que obtiene usando nuestra aplicación, si no también el impacto cultural, y con esto me refiero al factor social. Vivimos en una era que todo es social, siempre queremos compartir en las redes lo que hacemos o dejamos de hacer. Una tarea tan simple como comprar por Amazon tiene la opción de compartir en Facebook nuestra reciente adquisición, cuando es muy probable que a nadie le interese ese hecho. Este es el poder que tienen las redes. Factores como estos son los que debemos tener en cuenta a nivel de extras para nuestra app, y os sorprendería ver cuantas aplicaciones aún no gozan de esto.
3 – ¿cómo hacemos un seguimiento de estas actividades y medimos los resultados?
Existen distintas herramientas para ello, pero la más conocida es Branch, un sistema de métricas gratuito con el que podréis llevar un control prácticamente total de lo que hace el usuario: desde el número de clics hasta el total de descargas, e incluso ofrecerle posibles vías de descarga. Os recomiendo encarecidamente que os familiaricéis con este servicio, es usado por muchos profesionales.
¿Os esperabais este arduo trabajo extra que deben realizar los desarrolladores para tirar adelante una aplicación? Comentémoslo todos juntos.
Albert Miró