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Claves para trabajar con Revit y la tecnología BIM

Claves para trabajar con Revit y la tecnología BIM

Escrito por Ana Jaime

Trabajar con metodología BIM, no consiste únicamente en levantar un modelo 3D. No debemos perder de vista la I del BIM, la que hace referencia a la información que introducimos en el modelo. Hace tiempo que disponemos de softwares que nos permiten realizar maquetas virtuales, como es el caso de SketchUp o de Autodesk Inventor, a través de las cuales podemos visualizar nuestros diseños y generar presentaciones atractivas para nuestros clientes. Sin embargo, la metodología BIM va mucho más allá del simple 3D y hoy me gustaría daros unas cuantas claves para que generéis unos modelos de calidad. Las pautas, aunque están enfocadas al software Autodesk Revit, pueden aplicarse y extrapolarse a cualquier software de modelado.

Claves para trabajar con Revit y la tecnología BIM

Como ya he comentado en publicaciones anteriores, lo primero en que hemos de pensar es el propósito último de nuestra maqueta virtual, ya que la forma en que modelemos los diferentes elementos y la cantidad de información que contenga el modelo dependerá, en su totalidad, de su finalidad. Por lo tanto, es necesario determinar el alcance antes de comenzar a modelar. Por ejemplo, una pared es conveniente modelarla como multicapa (único elemento) si así se va a presupuestar, pero, quizá, cada una de sus capas se construirá en fases temporales distintas por lo que, igual, debería estar separada.

Algo muy sencillo pero muy importante a la hora de modelar es ser ordenados.  Si modelamos de una forma secuencial lógica, intentado colocar cada elemento en su subproyecto en el caso de que trabajemos con Revit en modo colaborativo, difícilmente nos encontraremos con encuentros entre elementos constructivos mal resueltos. Así mismo, si organizamos nuestro navegador de proyectos correctamente, diferenciando entre las vistas de trabajo y las vistas generadas para su posterior publicación, e, igualmente, si creamos plantillas de vistas para distintos tipos de vista, la cantidad de tiempo que emplearemos a la hora de generar planos será mucho menor. Debemos intentar utilizar en la mayor medida posible las herramientas que Revit nos ofrece para automatizar procesos.

Otro de los puntos principales a tener en cuenta es la taxonomía que vamos a utilizar es nuestro proyecto. Esto es, cómo vamos a clasificar a los diferentes tipos de elementos y que nomenclatura vamos a seguir. Hemos de pensar en que, conforme va creciendo el modelo, la información contenida cada vez es mayor. Sin un orden establecido previamente en la forma de nombrar los diferentes objetos en nuestro modelo, y sin una manera sistemática de parametrizar estos mismos elementos, buscar y extraer la información del modelo se va a convertir en una tarea pesada y costosa. Así mismo, hemos de ser metódicos en la nomenclatura de vistas, plantillas de vistas, filtros, etc.

En la denominación del elemento, podemos incorporar información relativa a su nivel de desarrollo, a su composición, a la disciplina a la que pertenece e, incluso, datos referentes a su posición en el modelo, como por ejemplo, el nivel en el que se encuentra o las coordenadas x,y,z. También me gustaría remarcar la importancia de utilizar Parámetros compartidos para definir las familias que generemos, especialmente útiles a la hora de crear tablas de planificación. Es conveniente crear un archivo de parámetros compartidos por proyecto para asegurarnos que todas las disciplinas utilizan la misma terminología a la hora de generar sus familias. Podemos agrupar los parámetros compartidos para facilitar su categorización. Por ejemplo, podemos crear un grupo llamado estructura para parámetros estructurales.

La metodología BIM es una forma de trabajo colaborativa, por lo tanto, otro de los puntos clave para conseguir modelos de calidad, es concretar y debatir entre todos los agentes que intervienen en el proyecto, los flujos de trabajo a seguir. Se ha de determinar primeramente qué softwares se van a utilizar, cómo vamos a compartir la información con el resto de los equipos y en qué formato, cada cuanto se van a realizar reuniones de coordinación y quién o quiénes serán los encargados de realizar dicha coordinación.

Una herramienta muy útil para establecer y hacer cumplir todos los aspectos anteriores es el BEP, Building Execution Plan. Este documento es esencial para llevar a cabo un proyecto BIM con éxito, ya que es una guía interna común a todos los participantes del proyecto. Por ello, ha de estar consensuado entre todos. Se trata de un documento vivo que va creciendo al mismo tiempo que avanza el proyecto, ya que, en cada nueva fase, puede ser que necesitemos ampliarlo y detallar nuevos apartados.

Estos son unos pequeños consejos que os querido dar según mi opinión y mi experiencia pero en absoluto son normas estandarizadas de obligado cumplimiento. Trabajar en BIM consiste en colaborar y para ello es necesario debatir y consensuar y, por eso, te pregunto ¿Cuál crees que es la mejor forma de trabajar juntos?

Curso relacionado: Curso Superior de Diseño Arquitectónico con Revit

*Imagen de portada de Autodesk.