¿Por qué es importante el contenido audiovisual?
Hace ya tiempo que abandonamos el paradigma de consumo tradicional de medios audiovisuales. La era del consumo pasivo a través de medios analógicos y digitales unidireccionales ha dado paso a nuevos hábitos de consumo basados en la gran red de datos digitales que es Internet. La producción de contenidos audiovisuales también ha cambiado radicalmente, ya que el consumidor se ha convertido igualmente en productor de contenidos gracias al poder transformador de redes sociales como Instagram, Youtube, Facebook o más recientemente TikTok.
Un ecosistema audiovisual conectado
El creador de contenidos audiovisuales habita hoy un ecosistema audiovisual “conectado” con características únicas. Por ejemplo, un streamer puede basar su emisión en otros contenidos (videojuegos, series, películas, contenidos de otros streamers) y editar sus propios vídeos en diferentes formatos para redes diferenciadas como Youtube, Facebook o Instagram. Cada contenido es adaptado a la red social en la que se va a distribuir, e incluso nacen nuevos géneros, como los Fortnite Highlights, vídeos de partidas del videojuego Fortnite, editadas a partir de repeticiones del juego en las que se sincronizan los kills del juego con música.
Hoy en día los contenidos de mayor impacto, los que tienen más posibilidades de convertirse en virales y alcanzar una gran difusión beben de numerosas fuentes y son muchas veces autorreferenciales: memes, otros vídeos virales (las reacciones a otros vídeos son ya un género en sí mismo), videojuegos, fragmentos de series y películas. Cualquier contenido es susceptible de viralizarse si se combina la creatividad con un buen uso de las herramientas de creación.
¿Cómo crear contenido audiovisual?
La tecnología de comunicación más ubicua hoy en día es el teléfono móvil, que se ha convertido en la herramienta de producción de contenido audiovisual por excelencia en las redes. Cada móvil es una cámara de vídeo y de fotografía, y las aplicaciones como Instagram, Facebook o TikTok, las redes de distribución que nos permiten difundir estos contenidos con facilidad. Además, estas aplicaciones disponen de opciones de personalización para editar, añadir textos, música o efectos, de manera que desde el propio dispositivo móvil se puede crear, editar y compartir los contenidos.
La creación de contenidos más complejos no implica un salto demasiado grande en las herramientas necesarias. Con un ordenador personal y programas de edición, utilizando como misma fuente el teléfono móvil, ya es posible crear contenidos cuyos valores de producción se asemejan mucho a los de carácter profesional. De hecho, existen numerosas películas rodadas con un teléfono móvil, como High Flying Bird’, película de Steven Soderbergh estrenada en Netflix, o Tangerine, una de las pioneras, rodada con iPhone 5 s en 2015.
Como fuente principal, podemos utilizar un teléfono móvil moderno, capaz de grabar vídeos en formato 4K. Es recomendable grabar en este formato incluso si el vídeo final se va a subir en Full HD (que continúa siendo el estándar de facto), ya que grabar en mayor resolución permite después hacer recortes en el vídeo sin pérdida de calidad. Con aplicaciones como Quik, Adobe Premiere Rush o InShot es posible realizar la edición en el mismo teléfono móvil. Si se busca un mayor control de la edición deberemos recurrir a programas como Adobe Premiere Pro para la edición o bien Adobe After Effects si vamos a necesitar de efectos especiales y gráficos animados. Estos programas de Adobe son los más utilizados hoy en día por los profesionales y forman parte de la suscripción a Adobe Creative Suite. No obstante, existen alternativas gratuitas, como Blender, Shotcut, DaVinci Resolve, Openshot o Avidemux (todos ellos disponibles en las plataformas Windows, Mac y Linux).
Si se busca una mayor calidad tanto en imagen como en sonido, será conveniente pensar en un micrófono independiente y una cámara de vídeo. Respecto al vídeo hay muchas opciones, desde la clásica GoPro que por su tamaño y versatilidad está recomendada para grabar actividades al aire libre a cámaras fotográficas (compactas, mirrorless o incluso full frame), o incluso un drone. Sea cual sea el tipo de cámara, es conveniente buscar algunas funcionalidades importantes, como la estabilización, que podemos conseguir también mediante un gimbal o un buen trípode, y la posibilidad de utilizar un micrófono externo.
Con creatividad e imaginación y las herramientas que un simple teléfono móvil moderno ponen a nuestra disposición nos podemos convertir en productores de contenido audiovisual, e incluso aspirar al éxito de la viralización. El límite, afortunadamente, no lo define la tecnología a la que tengamos acceso, sino nuestra imaginación. Si quieres hacerte todo un experto, ¡échale un ojo a nuestro curso de edición y postproducción digital de vídeo!
¿Eres un creador audiovisual? ¿Qué tipo de contenidos te gusta crear? ¿Cuáles son tus herramientas preferidas de creación?