El apalancamiento financiero: ¿resulta rentable endeudarse?
Para dar respuesta a esta pregunta recurriremos a explicar en la entrada del hoy el concepto de apalancamiento financiero en la empresa. El apalancamiento financiero nos indicará si el hecho de que la empresa se endeude multiplica o divide el nivel de beneficio obtenido por una una operación de adquisición o mantenimiento de activo.
Siempre que una empresa utiliza fondos ajenos para financiarse, se encuentra ante dos obligaciones de pago: por una parte, la de devolver los fondos una vez llegado el vencimiento pactado (el principal), y por otra parte deberá pagar un coste financiero por la utilización durante un tiempo de estos fondos ajenos (unos intereses fijos o variables). Estos intereses son lo que normalmente se denomina gasto financiero.
Estos fondos ajenos se utilizarán en la adquisición de unos activos que se aplicarán a la actividad empresarial, con lo que, en condiciones normales y dependiendo del éxito de esta actividad, la empresa ha de obtener unos rendimientos, o dicho de otra manera, obtendrá una rentabilidad. Es decir, siempre que una empresa utilice fondos ajenos tendrá unos gastos financieros pero, en contrapartida de los activos adquiridos con estos fondos ajenos, obtendrá una rentabilidad.
Lo que siempre deberemos intentar como buenos gestores financieros es que la rentabilidad que la empresa obtenga de los activos adquiridos con fondos ajenos sea superior al coste financiero derivado de la utilización de dicho capital. Siempre que la rentabilidad económica obtenida de la utilización de fondos ajenos sea superior al coste financiero derivado de utilizarlos, se produce el efecto de que, cuanto más endeudada esté una empresa, mayor será su rentabilidad financiera.
Cuando esto sucede, diremos que la empresa tiene un apalancamiento financiero positivo, y cuando pasa a la inversa, el apalancamiento financiero es negativo.
Un ejemplo práctico de la aplicación del apalancamiento financiero
Una empresa recibe la propuesta de un participar en negocio seguro del que obtendrá una rentabilidad económica del 20% en un año. Para ello necesita invertir 200.000 euros de los que no dispone, por lo que tiene que acudir a la financiación ajena.
Sus directivos acuden a un banco y piden un crédito que les es concedido con un interés anual del 14%.
Ahora, nos podemos formular una pregunta:
¿Vale la pena hacer el negocio a pesar de que el coste financiero será tan elevado?
Comprobación numérica de la operación:
La empresa obtendrá un rendimiento de: 200.000 € x 20% = 40.000 euros.
Los costes financieros a pagar serán: 200.000 € x 14% = 28.000 euros.
Aparece una diferencia positiva de 12.000 euros (40.000 € – 280.000 €), es decir, un apalancamiento financiero positivo, por lo que podemos afirmar que sí que a la empresa le sale rentable el negocio y, por tanto, el hecho de endeudarse la habrá beneficiado.
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