Delegado de protección de datos: quién es y su importancia

Con la entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos o RGPD, se introduce una nueva figura de gran importancia: el delegado de protección de datos o DPD. Esta figura pasar a ser pieza obligatoria en todas las empresas, ya sea con personal propio o bien mediante la contratación del servicio. Sus funciones son especialmente relevantes para garantizar el correcto cumplimiento del RGPD. ¿Quieres conocer todas las claves de esta profesión? ¡Te las desvelamos en este artículo!

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¿Qué es un delegado de protección de datos y por qué es importante?

La figura del DPD –o DPO por sus siglas en inglés, Data Protection Officer– dentro de las organizaciones es un nuevo requerimiento del Reglamento General de Protección de Datos que se puso en vigor en mayo de 2018. En concreto, un DPD es la persona, física o jurídica, encargada de garantizar el cumplimiento de la ley de protección de datos en la empresa.

Puede ser interno o externo a la empresa, y debe contar con conocimientos especializados del Derecho y práctica en protección de datos, aunque no se le exige tener que estar certificado.

Que la nueva ley indique que debe existir un DPD, no implica que él mismo deba ser designado obligatoriamente, ya que existen algunas excepciones. Sin embargo, para ser realmente efectivo, el DPD debe tener la suficiente autonomía y recursos para llevar a cabo su labor. Además, es necesario que este profesional participe activamente desde la etapa más temprana en todos los asuntos relacionas con la protección de datos que surjan dentro de la empresa.

La importancia del delegado de protección de datos radica en su capacidad para prevenir y mitigar riesgos relacionados con la privacidad y la seguridad de los datos. Asimismo, su presencia garantiza la transparencia y la confianza entre las organizaciones y los individuos cuyos datos manejan. En un mundo donde la privacidad se valora más que nunca y es esencial para la supervivencia de cualquier organización, contar con un DPD es un imperativo legal.

Beneficios de contar con un delegado de protección de datos

La importancia del delegado de protección de datos en el seno de cualquier empresa ha sido debidamente establecida, pero es posible albergar algunas dudas sobre cuál es su utilidad práctica. Dicho de otro modo, cuáles son los beneficios que este profesional aporta a las organizaciones con su labor diaria. ¡Veámoslos a continuación!

• Cumplimiento legal. El DPD asegura que la organización cumpla con las leyes y regulaciones de protección de datos, evitando así sanciones y multas.
• Gestión de riesgos. Este profesional identifica y evalúa los riesgos asociados con el procesamiento de datos, lo que permite implementar las medidas adecuadas para mitigarlos y proteger la privacidad de los individuos.
• Mejora de la reputación. Otra de las razones que explican la importancia del delegado de protección de datos es que su presencia demuestra el compromiso de la organización con la protección de la privacidad de los datos, lo que puede mejorar su reputación.
• Optimización de procesos. Un/a DPD colabora con los equipos internos para desarrollar políticas y procedimientos eficientes relacionados con el manejo de datos personales. Esto puede conducir a una mejor gestión de la información en general.
• Gestión de incidentes. Además, el DPD actúa como punto focal en caso de violaciones de datos, facilitando una respuesta rápida y eficaz para minimizar su impacto.
• Asesoramiento y formación. Con frecuencia, el DPD también proporciona orientación y capacitación a los empleados sobre prácticas seguras de procesamiento de datos, lo que promueve una mayor conciencia y responsabilidad en materia de privacidad.

Funciones que debe realizar un delegado de protección de datos

Las funciones de un DPD son diversas, aunque las principales que si debe realizar todo profesional son las siguientes:

• Informar y asesorar al responsable o al encargado del tratamiento y a los empleados que se ocupen del tratamiento de las obligaciones que les incumben en virtud del Reglamento y de otras disposiciones de protección de datos de la Unión Europea o de los Estados miembros.
• Supervisar el cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento, de otras disposiciones de protección de datos de la Unión o de los Estados miembros y de las políticas del responsable o del encargado del tratamiento en materia de protección de datos personales. Esto incluye la asignación de responsabilidades, la concienciación y formación del personal que participa en las operaciones de tratamiento, y las auditorías correspondientes.
• Ofrecer el asesoramiento que se le solicite acerca de la evaluación de impacto relativa a la protección de datos y supervisar su aplicación en cualquier iniciativa dentro de la empresa.
• Cooperar con la autoridad de control, es decir, con las Agencias Autonómicas y con la Agencia Española de Protección de Datos ante cualquier situación o incidente que se pueda producir.
• Actuar como punto de contacto de la autoridad de control para cuestiones relativas al tratamiento
• Atender las consultas que los interesados realicen a la entidad, ya sea para cuestiones relativas al tratamiento de sus datos o para el ejercicio de sus derechos.

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Ya hemos visto cuál es la importancia del delegado de protección de datos, y es que su papel va más allá de simplemente cumplir con la normativa; es un defensor de la privacidad y la seguridad de los datos en un mundo digitalizado. Si estás pensando en formarte para trabajar en esta apasionante y valiosa profesión, ¡en Deusto Formación tenemos lo que necesitas!

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