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Mejora tus habilidades directivas gestionando empleados conflictivos

Mejora tus habilidades directivas gestionando empleados conflictivos

Escrito por Susana Chamorro

Gestionar situaciones conflictivas o molestas en el trabajo es siempre complicado. Hoy te explicamos cómo mejorar tus habilidades directivas cuando tratamos con empleados conflictivos.

Según Paco Muro, presidente ejecutivo de la consultora Otto Walter, y experto en recursos humanos, “con lo dificilísimo que es para cualquier jefe mantener la motivación, saber estar a la altura, generar espíritu de equipo, tener calma y tacto para decir las cosas delicadas, aguantar la presión del mercado y los objetivos, tomar decisiones y sobrellevar la responsabilidad, sólo nos faltaba contar con la «ayuda» de unos cuantos indeseables que destrozan la moral de los jefes y añaden tensión innecesaria, desestabilizando los comportamientos, exasperando a todos y creando negatividad en su entorno”.

Aunque todos podemos tener en mente aquel compañero o aquel jefe que nos parece conflictivo, a veces se hace difícil clasificarlo o definirlo. A continuación, concretamos algunos estereotipos que pueden ayudarnos a configurar ese hándicap en nuestros equipos de trabajo; así como algunas de las habilidades directivas que hemos de sacar a relucir para neutralizarlos.

Estereotipos de empleados conflictivos. Habilidades directivas a desarrollar

Antes de clasificar, es esencial determinar si el comportamiento conflictivo que observamos es ocasional o sistemático. Si es el primero, probablemente se deba a una circunstancia específica y temporal, que no tendría por qué repetirse frecuentemente. En cambio, si es sistemático, entonces podemos afirmar que refleja una actitud negativa de forma más generalizada. Es importante tener en cuenta que desarrollar habilidades que requiere el trabajo colaborativo también es crucial.

El quejica

Todo le parece mal y vive instaurado en la queja. Debemos aplicar una dosis extra de motivación al equipo, trabajar el entusiasmo y neutralizar con argumentos objetivos las quejas infundadas que haga correr en el entorno.

Los que se escaquean

Trabajan poco, los mínimos, huyen de responsabilidades y cometen errores reiterados por falta de atención. En este caso, entre otras recomendaciones, hablaríamos de la necesidad de fijarles objetivos, de acompañarles en un proceso para mejorar su rendimiento y de obligarles a rendir cuentas de manera periódica. Si después de esta actitud proactiva no hay resultados, habrá que tomar decisiones sobre su continuidad en la organización.

Los empleados anti-jefes

Todo lo que realiza el jefe está mal hecho, es el enemigo, lo intentan desacreditar y no lo consideran alguien de su equipo. Este perfil de empleado conflictivo es un reto para la capacidad de liderazgo de ese jefe. El objetivo es inspirarle confianza, trabajar el concepto de cooperación entre todos, incluyendo al líder y mantener una comunicación muy fluida con él y con todo el equipo.

Los cotillas o calienta ambientes

Cotillean, siembran semillitas de discordia entre compañeros, entre ellos y el jefe y, en su grado extremo, se convierten en creadores de conflicto que pueden arrasar con el clima laboral. En este caso tendrás que armarte de valorar y usar todas las armas que se van exponiendo en el post.

Habilidades que neutralizan al empleado tóxico

Aunque cada caso es un mundo y no hay recetas mágicas para tratar estos conflictos, algunas recomendaciones son:

  • Fomenta un buen clima laboral rodeando a tu equipo de confianza, cercanía e inspirándole en los valores y objetivos corporativos. Un clima positivo redunda automática y proporcionalmente en el rendimiento del equipo.
  • Instaura el trabajo en equipo y el valor de la cooperación entre los miembros de tu servicio o departamento.
  • Sé amable, humilde y educado. Siempre. Aunque tengas a alguien delante que no lo sea, que se haya instaurado en la queja, que sea un “terrorista de la motivación grupal”, mantén siempre una actitud positiva, cercana y educada. Da ejemplo.
  • Practica la empatía. A menudo, algunas conductas negativas son fruto de vivencias profesionales anteriores. Quizá es hora de neutralizarlas con comprensión y confianza.
  • Transmite entusiasmo. Sé una persona que brilla, el entusiasmo y la motivación se contagian.
  • Mejora tus habilidades comunicativas. Son la base para evitar malentendidos y para mejorar las relaciones intra-grupales e inter-grupales.

Cómo dirigir y liderar un equipo 

  • Fomentar y facilitar el trabajo en equipo, las alianzas entre los miembros, el buen clima laboral y una comunicación fluida. La cooperación es básica para el buen funcionamiento del grupo.
  • Dar ejemplo con un comportamiento profesional, ético y diligente.
  • Influir y motivar de manera positiva al equipo de colaboradores. Buscando los puntos fuertes de cada miembro, combinando habilidades que hagan que el conjunto sea más potente que la suma de las individualidades.
  • Atender a las necesidades y motivaciones del equipo, bien sean formativas, laborales o personales.
  • Acoger, mentorizar o formar a los nuevos miembros.
  • Dar feedback sobre el trabajo realizado. Evaluando en positivo. Acompañando en el crecimiento personal y profesional del equipo.
  • Procurar una gestión del equipo lo más democrática posible, donde todo el mundo pueda proponer y hacer oír su voz.
  • Facilitar el trabajo por objetivos y no por tareas o actividades.

Y recuerda que, de las situaciones más difíciles, se consiguen los mayores crecimientos personales y profesionales. Ese empleado, compañero o jefe conflictivo quizá sea una oportunidad para tu mejora personal.

¿Identificas algún caso a tu alrededor de los perfiles de empleados conflictivos comentados?

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