¿Qué es el emprendimiento social?

En el post de hoy vamos a hablar sobre un tema que es necesario fomentar dada la actual situación de crisis en la que vivimos los últimos años, hoy hablaremos del Emprendimiento Social, en qué consiste y como puede ayudar a la sociedad a superar momentos de déficit. En su idea más primitiva el emprendimiento social está concebido como el deber de las empresas de devolver a la sociedad una parte de los beneficios obtenidos con sus ventas.

El emprendimiento social en Europa

Objetivos del emprendimiento social

La Unión Europea lleva años apoyando la función social de las sociedades mercantiles, habiendo redactado incluso informes a su favor de los que más adelante haremos referencia. Pero primero enmarquemos qué se endiente por una empresa cuya base se fundamenta en el emprendimiento social siguiendo precisamente las pautas dictadas por la Unión, de manera que para que se considere que una sociedad cumple con los objetivos marcados en el emprendimiento social debe:

• Tener como principal objetivo realizar un impacto social antes que generar beneficios para los propietarios y accionistas, aprovechando sus superávits para alcanzar objetivos sociales en favor de las personas.
• Ser gestionada por empresarios sociales de forma transparente, responsable e innovadora.
• Implicar a sus trabajadores, clientes y a todos con los que realice su actividad en la promoción del desarrollo social.

Ejemplos de emprendimiento social

Por lo que respecta a las empresas sociales, como decíamos, Europa ha dejado muy clara su posición a favor en informes como el del 4 de octubre de 2012 sobre la iniciativa en favor del emprendimiento social con el objetivo de construir un ecosistema para promover las empresas sociales en el centro de la economía y la innovación sociales (2012/2004 INI). En el seno de este informe se expone la necesidad de conciliar dos conceptos a menudo contradictorios, por una parte el emprendimiento social en el que se incluyen términos como la utilidad pública, social, factores sociales y medioambientales, la reinversión de los beneficios o la transparencia, frente al fundamento del próspero desarrollo que pretenden las empresas. Pues  bien, la misma Unión Europea nos ha puesto ejemplos de empresas sociales que han funcional a la perfección, así pues siguiendo estos ejemplos para que os hagáis una idea de en qué puede consistir el emprendimiento social de forma práctica:

• En Rumanía, una empresa con cinco empleados y cinco voluntarios ha proporcionado desde el año 1996 servicios culturales a 90.000 invidentes, mediante la adaptación de los medios de comunicación a sus necesidades.
• En Francia, una empresa creó en el 2004 un servicio de lavado de coches sin agua, con productos biodegradables, empleando a personas no cualificadas y desempleadas para reintegrarlas al mercado de trabajo.
• En Hungría, una fundación creó un restaurante que emplea personas discapacitadas, les ofrece formación y les presta un servicio de guardería infantil para facilitar la transición hacía un empleo estable.
• En los Países Bajos, una empresa enseña a leer utilizando herramientas digitales innovadoras y un método basado en el juego. Se trata de un  método especialmente para niños hiperactivos o autistas, pero también a analfabetos e inmigrantes.

Criterios de la empresa social

Para garantizar que las empresas apuesten por el emprendimiento social, se han ido tomando una serie de medidas unificadas a todos los estados del viejo continente; así por ejemplo, se han movilizado fondos públicos para ayudar a las empresas sociales, se ha establecido también el Fondo Europeo de Emprendimiento Social con el fin de facilitar el acceso a las empresas sociales a la financiación, y se han desarrollado también mercados de valores sociales aprobándose un Código de conducta para la provisión de microcréditos. Así pues, después de todo lo expuesto, la empresa social debe acogerse a los siguientes criterios:

• La empresa social ha de conseguir un efecto positivo de carácter social, de manera que esté pensada tanto a la consecución de los objetivos comerciales como a fomentar el desarrollo de la sociedad, apostando por políticas que favorezcan a los colectivos más necesitados.
• Es importante retener que las empresas sociales deben ser rentables o auto sostenibles, de manera que no puede tratarse de organizaciones sin ánimo de lucro.
• Otro de los puntos clave es la distribución de beneficios, ya que en la empresa social prima el fin social sobre el ánimo de lucro, es por esto, deben reinvertirse los beneficios en acciones a favor del interés general.
• Su capital social y modelo organizativo debe priorizar las personas y el objeto social frente al capital, de manera que este último deberá gestionar de forma democrática y participativa por parte de las personas.

Vamos a terminar el post con unas palabras de José Manuel Barroso, expresidente de la Comisión Europea, hablando sobre el emprendimiento social: “El emprendimiento social puede ser sin lugar a dudas un programa de cambio muy valioso. Lograr mejores resultados en pro del bien común. Demostrar que es posible actuar más responsable y equitativamente sin por ello dejar de triunfar en el mercado; y convertirse es un verdadero motor de crecimiento de la UE. Europa no sólo debe tomar en estos cambios, Europa debe liderarlos.”