¿Qué hay detrás de las empresas? El equipo humano de la empresa
Cuando pensamos en empresas, y especialmente en grandes multinacionales, lo primero que nos viene a la cabeza son edificios altos, llenos de despachos, salas de reuniones y con un alto nivel de equipamiento tecnológico. Pero realmente, si lo pensamos un poco más, esta imagen hace referencia a la infraestructura de la empresa. Pero, ¿qué es un edificio totalmente equipado si está vacío? Realmente es solo eso, unas instalaciones en las que falta la parte más importante, sin duda, el equipo humano de la empresa.
La importancia del equipo humano en la empresa
A veces esta parte intangible que es el valor humano, es decir, el equipo humano de la empresa, se tiende a minimizar o a no ser conscientes de ello pero realmente tendría que ser al revés. Los empleados y el valor que ellos aportan son la razón de ser de las empresas y es lo que realmente marca la diferencia. Con esto nos referimos tanto a lo que la empresa puede aportar a los clientes como lo que los empleados se aportan entre ellos para crear un entorno de trabajo enriquecedor y que fomente el desarrollo como equipo. Teniendo claras estas premisas, los directivos de las empresas y los líderes de los diferentes equipos juegan un rol fundamental en hacer que aumente la vinculación de los empleados a la empresa y que sientan que son el elemento más importante de la ecuación. Aquí desgranamos prácticas que permiten conseguir esta vinculación y afianzar el sentimiento de pertenencia a la empresa.
Las mejores prácticas para tener el mejor equipo humano de la empresa
- Llamar a los empleados por su nombre. Es algo que cuesta poco y que tiene mucho valor. Requiere esfuerzo por parte de la dirección pero genera un efecto muy positivo y gratificante cuando, por ejemplo, en una reunión el equipo directivo conoce los nombres de los participantes y si hay personal externo, los presenta uno por uno conociendo perfectamente su nombre, cargo y función en la empresa.
- Reconocer la aportación que el empleado realiza a la labor de equipo y valorar la aportación concreta de ese puesto de trabajo. También es importante conocer y reconocer la experiencia anterior que aporta ese colaborador al puesto.
- Intentar conocer a esos empleados a un nivel más personal y establecer relaciones que vayan un poco más allá de lo estrictamente laboral. Esto hará que se cree un clima de más confianza y que permita desarrollar la actividad laboral con más naturalidad, espontaneidad, confianza y, en definitiva, con más vinculación.
- Conocer sus miedos, puntos débiles y trabajar con ellos para mitigarlos y generar oportunidades de crecimiento. También ello implica detectar sus puntos fuertes, valoraros, evidenciar el hecho de que los consideramos como piezas clave y también trabajar para seguir potenciándolos.