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Claves para gestionar correctamente el teletrabajo

Claves para gestionar correctamente el teletrabajo

Escrito por Susana Chamorro

Como veíamos en un post anterior, el teletrabajo es una medida que se tiene muy en cuenta en las políticas de conciliación de la empresa. Hoy veremos cómo gestionarlo de manera correcta.

El teletrabajo permite, a través de las nuevas tecnologías, trabajar a distancia desde otro punto que no sean las instalaciones de la empresa. En España, aunque cada vez ha ido ganando más adeptos, los porcentajes de trabajadores que teletrabajan son menores a los de la media europea. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo un 27% de las empresas brindan como posibilidad el teletrabajo, siendo un 35% la media europea y sólo un 7,5% de los trabajadores españoles lo hacen de manera habitual u ocasional desde casa, mientras que otros países de la Unión Europea superan, con creces, el 10 e incluso el 20%.

Ventajas e inconvenientes del teletrabajo

Como veíamos en otro post, las principales ventajas del teletrabajo, sin ánimo exhaustivo, eran que:

  • Permite conciliar mejor entra la vida laboral y familiar.
  • En general, incrementa la satisfacción del empleado versus el trabajo, al ganar en tiempo, calidad de vida y la posibilidad de combinar gestiones profesionales y personales.
  • Minimiza los desplazamientos, con el consiguiente ahorro de costes de transporte para el trabajador y para la empresa, así como de tiempo.
  • Tiene un impacto positivo en el medioambiente al minimizar los desplazamientos, desde una óptica ya más comunitaria y global.
  • Permite jornadas con menos interrupciones y ladrones del tiempo, por lo que suelen tener condiciones más favorables para maximizar su productividad. 

Y, por el otro lado, algunas de las desventajas:

  • Es imprescindible una gran autodisciplina para diferenciar el plano profesional, respetando la jornada y trabajando poniendo en el foco en lo laboral (aunque se esté en el despacho de casa) del plano personal.
  • A menudo también ocurre que la persona que teletrabaja dedique más horas que si estuviera en la oficina porque “lo tiene todo más a mano”.
  • El trabajador puede tener sensación de aislamiento y sentirse poco integrado en el grupo, por lo que la cohesión grupal del equipo o departamento puede verse perjudicada.
  • Así mismo, puede ser más difícil la promoción profesional de una persona que teletrabaja al tener una cierta desconexión con las estructuras organizativas tradicionales.
  • Y, por último, la cultura corporativa puede verse resentida en cuanto a tener dificultades de transmisión con los trabajadores que teletrabajan.

Tips para gestionar correctamente el teletrabajo

Desde el punto de vista del trabajador

  • Teletrabajar no es trabajar en pijama desde la cama. Exígete disciplina, incluso un horario y tener atención plena hacia las tareas profesionales y no hacia las domésticas en el tiempo laboral. Rutina y disciplina con el horario, el espacio, las interrupciones, etc. Respeto para iniciar la jornada y también para acabarla.
  • Establece un espacio físico claro y diferenciado de otras estancias. El trabajo en el despacho y el ocio en el salón.
  • Márcate una agenda, unos objetivos diarios o semanales y cúmplelos. Si estás en un equipo de trabajo, mantén la comunicación con ellos. Actualmente no sólo tienes el correo electrónico, contamos con wasap, con skipe y con muchas otras tecnologías para no sentirse aislado y participar en el equipo de manera activa.
  • Descansa como lo harías en la oficina, pero minimiza las interrupciones: llamadas al teléfono fijo personales, timbre, momentos de convivencia en casa con niños. Intenta ser estricto, son ladrones del tiempo como las conversaciones de pasillo en las oficinas tradicionales.

Desde el punto de vista de la empresa

  • Determina qué puestos de trabajo pueden ser susceptibles de teletrabajar y cuáles no.
  • No cualquier trabajador es candidato a teletrabajar, no sólo por el tipo de trabajo que desempeñe sino también por su perfil competencial y actitudinal, sobre todo.
  • Concreta bien los objetivos del trabajador y realiza seguimiento de los mismos. Ejerce un control activo en positivo.
  • Utiliza el ahorro de costes para instalar tecnología facilitadora del teletrabajo, sobre todo para mejorar la comunicación y que el trabajo no perjudique a la cohesión grupal ni a las dinámicas de los equipos de trabajo.
  • Impulsa sesiones presenciales periódicas que rompan con la rutina y que permitan el intercambio físico de información, opiniones y estrategias y que, además, impulsen el nacimiento de complicidades y colaboraciones entre los trabajadores.
  • Si el teletrabajo es nuevo en tu empresa, gestiona la innovación y el cambio, trabaja para modernizar la cultura corporativa, muchas veces ligada “presencialismo”, y ayuda a empoderar a las plantillas.

Numerosos estudios han demostrado que el teletrabajo mejora la productividad de las personas. Como ya decíamos anteriormente, una cultura más orientada a los resultados y a la confianza en el compromiso y el talento de las personas es absolutamente necesaria para que el teletrabajo acabe de despegar en nuestro país. Y, como siempre, el punto óptimo estaría en el equilibrio, fijando fórmulas mixtas de trabajo a distancia y presencial, aunando los beneficios de cada una de ellas.

¿Te atrae el teletrabajo o prefieres la “oficina” más tradicional?

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