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Consejos para iniciarte en el coaching empresarial

Consejos para iniciarte en el coaching empresarial

Escrito por Susana Chamorro

En esta entrevista analizaremos qué competencias son necesarias para convertirte en un experto del coaching ejecutivo. ¡Especialízate en gestión del talento y competencias digitales!

¿Qué conocimientos se requieren para el coaching empresarial?

Antes de entrar a hablar de las competencias del coach debemos aclarar qué es el coaching.

El coaching es un proceso voluntario, activo e interpersonal de aprendizaje-entrenamiento individualizado que tiene como finalidad el desarrollo de nuevas y mejores competencias, sobre todo en el ámbito de las habilidades y las conductas. El coach es alguien que conduce, que guía, que entrena a otro. Ese otro, denominado coachee, no aprende desde el plano teórico sino desde el práctico, adoptando un papel activo y responsable.

El coaching empresarial es un proceso de coaching trasladado al área profesional del entrenado, a los comportamientos en el ámbito organizativo y empresarial. No es un proceso formativo tradicional, ni terapia, ni mentoring ni consultoría personal (aunque se acerca), sino un entrenamiento que ayuda a desarrollar habilidades y actitudes que mejoren la actividad profesional desde un punto de vista holístico (general e integral); en definitiva, que optimicen al máximo el potencial de la persona a nivel ejecutivo. Se orienta a mejorar el desarrollo humano más que a la consecución de un objetivo puntual o a la resolución de un conflicto concreto. El coaching ejecutivo va muy ligado a la capacidad de liderazgo y, a diferencia del coaching más personal, admite también sesiones de equipo o grupales con el objetivo de entrenar para sacar el máximo potencial a un grupo, departamento o equipo de la corporación. Suele realizarse no sólo para mejorar el rendimiento sino también en procesos de resolución de conflictos, de motivación grupal, de fusión o de mejora de la cohesión y del clima laboral entre otros; aunque su orientación principal es a la mejora global del desempeño como se ha apuntado antes.

Consejos para iniciarte en el coaching empresarial

Los conocimientos necesarios para ser un buen coach empresarial no son un compartimento estanco sino más bien una “mochila mágica” donde caben multitud de estudios y conocimientos. No obstante, destacaría los siguientes como muy importantes:

  • Algo obvio, aunque a veces no se tiene en cuenta. Conocimientos en coaching. Conocer el concepto, su evolución, sus beneficios y, sobre todo sus técnicas, es algo absolutamente necesario. Como en tantos otros terrenos de la vida profesional, ¡la formación es la clave!
  • Al tratarse de coaching empresarial también resulta interesante que el coach conozca el mundo de la dirección y gestión empresarial. El hecho de contar con experiencia en este ámbito, le facilitará la capacidad de empatizar con el cliente y le permitirá tener criterio ante informaciones y problemáticas que le plantee su interlocutor, el coachee.
  • Contar con conocimientos en lo que se denominan habilidades directivas y sociales también es importante: liderazgo, trabajo en equipo, gestión del cambio, innovación, etc.
  • Y, por último, tampoco vienen mal los conocimientos en gestión de la calidad, puesto que, al final, estaremos ante un proceso de mejora y es interesante contar con herramientas para valorar estas mejoras, los nuevos procesos, etc.

Aunque también pueden ser de interés los conocimientos en psicología, el coach no es un psicólogo y no es imprescindible llegar al coaching desde esa área de estudio.

¿Qué habilidades o actitudes debe tener un buen coach?

No explicaremos una lista exhaustiva y total porque hay que tener en cuenta que las habilidades idílicas vienen dadas por cada uno de los casos a los que se enfrente el coach. No obstante, algunas actitudes y habilidades deseables serían:

  • La escucha activa.
  • La habilidad para formular preguntas.
  • La empatía.
  • La asertividad.
  • Una alta capacidad de comunicación verbal y no verbal.
  • Un nivel elevado de capacidad de observación.
  • Habilidad para la negociación, el análisis y la síntesis.
  • Inteligencia y equilibrio emocional.
  • Capacidad afectiva y de relación.
  • Espíritu crítico para analizar sin enjuiciar.
  • Perseverancia.

De alguna manera, el coach debe ser un profesional con cualidades que le permitan:

  • Detectar las necesidades y expectativas del cliente.
  • Mostrarse empático pero a la vez asertivo con el coachee.
  • Adoptar una posición neutral pero colaboradora en las sesiones.
  • Dominar la comunicación, expresarse con sencillez, claridad y de manera atractiva y amena.
  • Orientarse al cliente, poner el foco en él, establecerle desafíos, ayudar a elevarle la conciencia, su responsabilidad y su autoconfianza.

Claves para aplicar el coaching a una empresa

El coaching empresarial tiene multitud de beneficios. Los explicábamos en un post anterior. En un proceso de coaching ejecutivo en el que se persiguen mejorar las destrezas de tipo práctico, también es importante que el coachee mejore en autoconocimiento, autoconfianza, independencia y responsabilidad. Y, para sacar el máximo partido al proceso, se recomienda:

  • Que lo lleve a cabo un coach formado y con experiencia (no un terapeuta o un consultor sin más).
  • Que tenga una duración mínima flexible entre 3-4 meses y un año, en sesiones de 1 a 2 horas de media.
  • Que la conversación entre ambos tenga una metodología concreta, con un buen feedback y que empuje, tras la charla, a la acción.
  • Que tenga un inicio, que se enfoque en el futuro, que esté bien estructurado y que permita, a ser posible, medir resultados.
  • Que el entrenado haya llegado al proceso de manera voluntaria y se comprometa con el proceso de aprendizaje para la mejora, de manera abierta, constructiva y positiva.