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Cómo identificar la inteligencia emocional en Recursos Humanos

Cómo identificar la inteligencia emocional en Recursos Humanos

Escrito por Alejandra Sánchez Yagüe

Ante todo, vamos primero a averiguar qué es lo que entendemos por inteligencia emocional, un concepto del que, en mayor o menor grado, muchos ya hemos oído hablar.

“La inteligencia emocional es la inteligencia que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social que nos brindará más posibilidades de desarrollo personal”. Daniel Goleman, 1995.

La inteligencia emocional es una de las competencias esenciales para el desarrollo evolutivo y de madurez de las personas, en el ámbito laboral, social y en la relación con nosotros mismos.

Es por eso que, desde el departamento de Recursos Humanos, la empresa puede generar y trazar estrategias que incrementen la inteligencia emocional de sus empleados y directivos entrenando la capacidad de reconocer, aceptar y canalizar nuestras emociones ¿Qué se consigue con ello? Pues un mayor control sobre nuestra conducta, y así esta influirá en nuestra forma de relacionarnos con el resto de las personas de nuestro entorno.

“La forma de interactuar con el mundo tiene muy en cuenta los sentimientos y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía y la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social”.- Goleman

Además de contar con conocimientos específicos del puesto de trabajo a desempeñar, cada vez más muchas empresas demandan profesionales capaces de identificar y gestionar sus emociones propias y ajenas, con habilidades sociales blandas que otorgan una mayor capacidad de adaptación a las distintas situaciones.

Los 5 componentes de la inteligencia emocional

  • Autoconciencia: Trabajar en nuestro propio autoconocimiento. Es la base para reconocer nuestras fortalezas y debilidades y, de este modo, llegar a nuestras necesidades desde una perspectiva honesta con autoconciencia.

 

  • Autogestión: Participar de manera activa al desarrollo de la organización y funcionamiento empresarial.

Motivación: buscar nuevos desafíos y promover la satisfacción por el trabajo bien hecho. Esto hace que las personas sean más conscientes del momento presente.

 

  • Empatía: Reconocer y entender la posición, actos y opiniones de los diferentes miembros del conjunto del equipo. Establecer buenos lazos en base a la relación entre compañeros. Esto nos da la oportunidad de analizar y valorar la implicación de los empleados hacia la empresa.

 

  • Habilidades sociales: Construir una base sólida en nuestro entorno laboral y social. Este será un elemento imprescindible para poder llevar a cabo cualquiera de las definiciones anteriores.

 

Trabajar en nuestro propio desarrollo genera un mayor entrenamiento de las habilidades blandas (soft skills), ya consideradas como una característica primordial para buenos líderes del mercado hoy en día, por eso la creatividad, la innovación, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y de colaboración, el trabajar en nuestra comunicación de forma asertiva hacia los demás, la concentración, la capacidad de organización, la flexibilidad y adaptabilidad a las circunstancias o hechos del momento presente, la iniciativa y proactividad dándonos autonomía, socializar, y las competencias interculturales nos aportan un incremento en el desarrollo del liderazgo, otorgándonos un mayor sentido de la responsabilidad y de formar parte del colectivo.

¿Qué distingue a los grandes líderes de los que son solo buenos?

El libro de Daniel Goleman “La inteligencia emocional en la empresa” expresa la importancia de desarrollar aptitudes, no solo las técnicas o las basadas en el cociente intelectual, sino también nuestra inteligencia emocional y las cinco habilidades descritas anteriormente.

En este libro menciona seis de los estilos de liderazgo que son derivados de cada una de las competencias de la inteligencia emocional: el autoritario, el coercitivo, el afiliado, el democrático, el pionero y el formativo.

Como líderes, optimizamos los recursos y generamos un clima de organización en el entorno laboral que es primordial para que todas las partes del equipo encajen y lleguen a sus objetivos y, de esta forma, navegar todos en la misma dirección.

En conclusión, dominar mediante el autocontrol, con motivación y perseverancia, nos aporta mayor persuasión hacia los demás y da más valor al trabajo en equipo, ya que aportamos seguridad dentro del mismo. Es decir, la herramienta primordial en RRHH es la formación de los empleados en inteligencia emocional.

Y tú, ¿qué tipo de líder quieres llegar a ser y cómo crees que puedes llegar a serlo? Nos encantará leer tus comentarios al respecto.