La importancia de las referencias a la hora de buscar trabajo
Consejos para preparar y pedir referencias en la búsqueda de empleo
Tan importante como saber presentar un currículum vitae es tener unas buenas referencias de tus anteriores empleadores. Hoy veremos cómo mejorar en ese aspecto del ámbito de los recursos humanos.
Buscar o cambiar de empleo es un trabajo duro. Además de preparar un buen currículum vitae (moderno, por competencias, por ejemplo, o incluso un vídeo-currículum), hay que hacer networking, trabajar nuestra marca personal en las redes sociales, practicar psicotécnicos y entrevistas de trabajo, etc. Y, además, otra cuestión es la de preparar referencias de anteriores empresas en las que se haya trabajado. Actualmente, a las referencias se les da mucha credibilidad y refuerzan el posicionamiento de la candidatura. Las referencias refrendan lo que ponemos en el currículum, lo que decimos en la entrevista y nos da un plus de credibilidad más que interesante.
Además, las referencias son importantes porque, a menudo, cuando el reclutador acaba hablando con las personas que firman dichas referencias, aparecen competencias del candidato que no habían sido tratadas en las entrevistas u otras pruebas de selección.
Si eres un trabajador que acaba de finalizar sus estudios y no cuentas con experiencia laboral, ¿puedes pedir referencias?, ¿a quién? En este caso, puedes pedir referencias sobre tus conocimientos, habilidades y actitudes a tus profesores o bien a las empresas en las que hayas desarrollado tus prácticas laborales si fuera el caso.
Vista la importancia de las referencias pasamos ahora a detallar algunas recomendaciones para prepararlas y solicitarlas:
1. Saber a qué puesto de trabajo queremos optar y, en función de éste, adaptar las referencias. Reflexiona sobre las competencias que puede pedir el reclutador y adapta las referencias que tengas al puesto al que quieres optar. Si se trata de un trabajo que requiere tener una comunicación fluida, busca en tus trabajos anteriores referencias que traten de tus habilidades comunicativas.
2. Determinar a quién debes pedir las referencias. Una vez tengas claras qué referencias quieres tener, busca entre tus contactos a aquellos profesionales que puedan hacerlo. Pídeselas a quienes hayan sido tus responsables directos que conozcan de ti y que formen parte de tu agenda de contactos “positivos”. Deben ser de alguien profesional, con prestigio, pero cercano a ti, con conocimientos amplios y positivos de tu trayectoria.
3. Al acabar en un trabajo, pide referencias inmediatamente. Es más fácil que te firmen cartas de recomendación en ese momento que más adelante. Así, aunque sean genéricas, te aseguras tener algo ya preparado para futuras candidaturas porque el vínculo es aún reciente.
4. Solicita las referencias de manera cortés y “suave”, sin forzar la decisión, preguntando algo así como: “¿Qué te parecería si pudieras hacerme una carta de recomendación, te sentirías cómodo?”, o “Me han pedido algunas recomendaciones y he pensado que, si no te parece mal, podrías ser una de las personas que prescribieran mi perfil profesional”… Si ves que la persona muestra algunas reticencias a hacerlo, no insistas.
5. Ayúdales a preparar las referencias. Prepara el texto que crees óptimo que te firmen, al menos como propuesta. Es una forma fácil de simplificar el trabajo que les estás pidiendo. Será más fácil que accedan a realizar una referencia así, más cómoda, que una compleja en la que tienen que redactar la carta entera.
6. Trabaja bien el contenido de la referencia. Ten en cuenta que algunos ítems importantes en las referencias son los de la siguiente lista no exhaustiva:
- Descripción del puesto de trabajo desarrollado.
- Habilidades mostradas.
- Nivel de desempeño. Motivación, involucración en las actividades y proyectos.
- Logros conseguidos.
- Otros: tolerancia al estrés, habilidades transversales como el trabajo en equipo, la creatividad, etc
7. No inventes ni mientas. No es una buena estrategia, ni en el currículum ni en las recomendaciones.
8. No olvides dar las gracias a los contactos que te hayan firmado las referencias. Así, no sólo serás cortés, sino que seguirás haciendo networking con ellos.
9. Trabaja las referencias / recomendaciones en Linkedin. La red profesional por excelencia, Linkedin, te ofrece la posibilidad de solicitar a tus contactos que escriban una recomendación sobre tu trabajo. Dicha recomendación la puedes mostrar en tu perfil.
10. En Linkedin hay algunas especificidades:
- La recomendación debe aún ser más clara y concisa que en otros canales más tradicionales. Debe ser escrita de manera correcta, sin errores ortográficos o gramaticales. No todo vale en el 2.0 profesional, ¡y menos en una recomendación para un empleo!
- Dado que Linkedin funciona con palabras clave, deben incluirse éstas en las recomendaciones para que en las búsquedas pueda salir más fácilmente.
- Puedes incluir recomendaciones no sólo de jefes o compañeros sino también de proveedores o clientes, sobre todo si tienes un trabajo por proyectos en los que interactúas con ellos constantemente.
- Si recibes recomendaciones de quienes recomiendan en Linkedin puede perder valor la referencia. Además, no consiste en tener multitud de recomendaciones sino de que éstas sean de calidad.
Las referencias, como ves, son básicas en el proceso de reclutamiento. Considéralas como parte importante, al mismo nivel que el currículum vitae y ¡ánimo si estás en un proceso de búsqueda de trabajo!
Te interesa leer sobre...