Claves para gestionar la información personal en redes sociales
Las redes sociales juegan un papel muy importante en nuestras vidas: la realidad virtual complementa y, en ocasiones, sustituye nuestro mundo real. A través de Facebook, Instagram, Twitter, Linkedin…, nos gusta compartir fotos, vídeos, experiencias y comentarios con nuestros amigos o seguidores. Es habitual que, en redes sociales, publiquemos una gran cantidad de información personal que muchas veces no compartiríamos en la vida real. Y es que lo podemos hacer de forma fácil y senzilla, lo tenemos al alcanze de un solo clic. Peró en el preciso instante en que publicamos una información, estamos perdiendo el control sobre ella: no sabemos a quien llegará ni cómo será utilizada.
Las redes sociales nos han abierto las puertas a muchas posibilidades, peró, no debemos perder de vista que también existen sus riesgos y peligros. Aunque no es realista pretender que dejemos de compartir información, lo importante es tomar conciencia de las amenazas existentes y utilizar las plataformas de la forma más segura posible, aplicando la mismas medidas de seguirdad que aplicamos en la vida real.
¿Qué información personal le proporcionamos a las redes sociales y qué peligros corremos?
Las redes sociales obtienen información personal de los usuarios de distintas formas:
– Las que escribimos directamente en el perfil (para registrarnos en la web, para complementar la información que nos requieren): nombre, edad, lugar de residencia, estudios, trabajo, número de teléfono, etc.
– El rastro que dejamos en la actividad que realizamos dentro de la plataforma: comentarios, likes, anuncios que visitamos, etc.
– A través de la navegación: la mayoría de páginas dejan cookies en el navegador, las cuales son investigadas para complementar la información que tienen sobre nosotros.
Éstas plataformas lo saben todo de nosotros: nuestra información más básica, peró también nuestros hobbies, nuestros gustos, saben quién son nuestros amigos y familiares, dónde viajamos, qué música escuchamos, qué horarios seguimos, dónde trabajamos, etc. A través de la ubicación, saben también dónde nos encontramos en cada momento. Y incluso algunas páginas saben nuestro número de tarjeta de crédito.
Las redes sociales y las plataformas digitales nos ofrecen un gran número de servicios gratuitos que nos hacen la vida más fácil, pero no lo hacen de forma desinteresada: se lo cobran a través de todos los datos que les proporcionamos y de los contenidos que publicamos. Con los datos crean bases de datos que utilizaran posteriormente para comercializar las publicidades; y con los contenidos cómo las fotos, tienen permiso para utilizarlos libremente a su antojo, así lo consentimos acptando su política de privacidad a la hora de crear una cuenta.
Toda ésta información personal que subimos a Internet, a parte de ser utilizada por las plataformas con fines comerciales, puede caer en manos de trolls, de hackers o de estafadores que pueden hacer un uso negligente de ella: pueden saber dónde vivimos y cuándo estamos o no en casa, dónde nos encontramos en cada momento, pueden obtener información sobre nuestras relaciones personales, información vinculada con el trabajo, pueden obtener fotografías personaels nuestras, de menores de edad… Y con todo ésta información pueden perpetrar xantajes, estafas o incluso robos.
¿Cómo gestionar la información personal en redes sociales?
- Conocer la política de privacidad de cada red social: es freqüente que nos registremos a sitios web sin leer la letra pequeña de los términos y condiciones que nos hacen aceptar, sin saber a qué estamos dando permiso y si nos puede afectar de alguna forma. Existen leyes que nos protegen por encima de éstas políticas de privacidad, pero a pesar de ellas, esto no signfica que queden resguardados todos nuestros derechos. Es básico leer todo el contenido de las políticas de privacidad antes de aceptar los términos, y no aceptarlos si nuestros contenidos pueden verse en peligro.
- Configurar las redes sociales para certificar la máxima seguridad de nuestras cuentas. Cuando nos registramos a una página web, por defecto, se nos aplica un nivel de seguridad predefinido y estándar. Tenemos que ver si éste nivel de seguridad es el que precisamos para proteger nuestros contenidos y informaciones personales, o si hace falta adaptarlos a nuestras necesidades. Configurar cada aplicación según nuestros propios intereses es básico para proteger nuestra privacidad: es importante definir quien puede ver nuestras publicaciones, qué restricciones nos interesan, qué personas o páginas queremos vetar…
- Ser prudentes con los contenidos compartidos: el objetivo y la grandeza de las redes sociales es que nos permiten compartir nuestros momentos más importantes con amigos, familiares y conocidos. Pero éstos contenidos también pueden llegar a desconocidos, por mucho que tengamos restricciones en nuestra cuenta. Una información colgada en Internet puede llegar a cualquier persona, y ser utilizada con fines que nos pueden perjudicar. Es importante ser muy conciente de ello y seleccionar muy bien qué información compartimos y cuál no.
- Filtrar las solicitudes de amistad: no aceptar perfiles de personas que no conozemos de entrada o, antes de hacerlo, analizar cada perfil para decidir si nos genera confianza o no.
- Desactivar la ubicación del teléfono móvil, abriendola solo cuando nos sea necesario. Con la ubicación, cualquier persona puede conocer en todo momento dónde nos encontramos, vulenerando nuestro derecho a la privacidad y poniendo en riesgo nuestra seguridad.
- Ser prudentes con hacer clic en los enlaces o a la hora de hacer descargas: accediendo a un solo enlace podemos estar facilitando datos a páginas webs que no nos interesan o podemos estar dándo permiso para que averiguen toda la información sobre nosotros que les plazca. Es importante prestar atención en los enlaces o herramientas a las que accedemos, muchas veces vinculados a sorteos, premios o regales, y que pueden acabar siendo estafas.
En internet, privacidad y seguridad son dos conceptos que van de la mano, por éste motivo es muy importante que hagamos un uso adequadeo de nuestras redes sociales, para garantizar que nuestra información personal y nuestros contenidos están a salvo.
¿Y tu, ya has configurado tus redes sociales para que tu información personal esté segura?
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