Mejora la gestión de tus proveedores con estos consejos

La gestión de proveedores es un factor clave para la rentabilidad de las empresas. A menudo no se trata de vender más sino de comprar mejor. Hoy veremos algunos consejos al respecto.

La logística, según la Real Academia de la Lengua Española, es el conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa, o de un servicio, especialmente de distribución. Actualmente nadie duda que la logística es un factor crucial para la competitividad en muchos sectores económicos. Con tan sólo una mirada podemos ver cómo hay empresas que brillan y crecen cada día más por su magnífica logística. Son los casos de empresas como Inditex o Amazon, que logran que el producto que quiere el cliente le llegue en tiempo récord, entre otras variables.

Y una pieza angular de la logística es la gestión de proveedores, esa parte de la relación de nuestra corporación con las empresas suministradoras de bienes y servicios que hacen posible nuestra producción y nuestras ventas. ¡Especialízate con un curso de gestión empresarial!

Algunos consejos para mejorar en la gestión de proveedores

• La recomendación inicial es que tengas clara la cadena de suministros de la empresa, los inputs necesarios para la producción y los procesos de producción de la organización. Sin saber qué vendemos, cómo lo vamos a fabricar, con qué y cuándo, no podemos empezar con una eficiente gestión de proveedores.
• Selecciona a conciencia a tu proveedor. Normalmente la selección no debe depender de un sólo criterio. Es básico que valoremos las opciones en función de variables como:
  • Precio.
  • Calidad.
  • Condiciones de pago.
  • Condiciones de distribución, transporte y entrega.
  • Servicio post-venta
  • Cuestiones más intangibles como la reputación de un proveedor o su situación económica también pueden tomarse en consideración entre otros.

En muchas ocasiones se realiza una selección pasiva de proveedores, cuando lo óptimo es realizar estudios de mercado no sólo para la vertiente de los clientes sino también de los suministradores.

• Si en tu proceso de producción dependes en exceso de un proveedor, invierte tiempo en buscar alternativas. La dependencia de una sola empresa puede llevarnos a romper el stock y a no poder servir a nuestros clientes si el proveedor nos falla.
• Mantén buenas relaciones con los proveedores. Cumple con los acuerdos y trata de implicarlo en tus procesos (por ejemplo, pídele su opinión), en tus ventas (por ejemplo, traza estrategias conjuntas de márqueting), invítale a tus eventos, etc. Trabaja con tu proveedor una comunicación fluida y atenta, intercambiando opiniones en reuniones periódicas o en sesiones de trabajo conjuntas.
• Participa en la mejora de tus proveedores, ayudándoles con sus sistemas de gestión y de calidad y contribuyendo a mejorar su desempeño. En definitiva, se trata de aplicar un enfoque en la gestión de proveedores que pase de la mera compra a una implicación más estratégica en la que ambas partes se alían para mejorar (en costes, en ineficiencias de procesos, etc.).
• Que las buenas relaciones no te hagan no evaluarlos. La evaluación de proveedores es tan necesaria como el desempeño de tus trabajadores. Analiza la calidad de lo que te suministran, las incidencias que hayan podido darse, el cumplimiento de los plazos de entrega, etc. En la evaluación a proveedores puedes implicar también a tus clientes. No olvides, además, dar feedback sobre tu evaluación a los proveedores, dado que no es una medida coercitiva de control sino de mejora continua.
• Selecciona a personas expertas en compras para llevar la relación con tus proveedores y si tu volumen de negocio es grande, utiliza un CRM con módulos específicos a logística y a compras.
• El proveedor debe tener unos principios en línea con los de tu empresa. Por ejemplo, si tu organización está preocupada por el medio ambiente, debes fijarte en la gestión medioambiental de tus proveedores.
• Consolida tu poder de negociación con los proveedores. A menudo es buena estrategia concentrar proveedores (siempre y cuando no entremos en zona de riesgo de posibilidad de rotura de stocks por exceso de dependencia) puesto que nuestras compras son mayores y, por tanto, también será mayor nuestro poder de negociación con ellos.
• Extrema tus precauciones cuando estés en sectores sensibles como en el sector alimentario donde un fallo de tu proveedor que afecte a la salud de tus clientes puede acabar con tu reputación de un plumazo.

En definitiva, se trata de pasar de un proceso de compras a una estrategia completa de aprovisionamiento que mejore nuestra competitividad (en costes, en ventas, en imagen…), que esté alineada con nuestros valores, con una relación más cercana a la cooperación que a la competencia y donde no todo sea el precio, sino que se valore al proveedor por un conjunto de criterios claros y consistentes.

 ¿Te atreves a empezar a mejorar la relación con tus proveedores en la empresa en la que trabajas?

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