Cómo elaborar un programa de bienestar laboral
El bienestar laboral es la clave para tener plantillas de trabajo motivadas, comprometidas y, por extensión, productivas. Hoy veremos cómo elaborar un programa para fomentar este bienestar laboral en nuestra compañía y tener empleados felices. ¡Especialízate con un curso de gestión del talento y competencias digitales!
Qué es un programa de bienestar laboral
Hace unos días vimos en un post anterior qué era un plan de incentivos y para qué servía. Comprobábamos que hablábamos del incentivo como un estímulo para elevar la producción y el rendimiento de esa persona, departamento, empresa, etc. Sin duda, además, vimos que un plan de incentivos era una herramienta muy potente para mover a los recursos humanos hacia altos niveles de motivación y, por tanto, de desempeño.
Un programa de bienestar laboral es una batería de medidas que busca la mejorar de la calidad de vida de la plantilla. Trasciende al plan de incentivos puesto que busca algo más global; su intención no sólo es la de mejorar el clima laboral o la de fortalecer la integración entre colaboradores, sino la de incrementar el bienestar de los trabajadores, incluyendo no sólo al empleado/a sino también a sus núcleos familiares. Aumentando la satisfacción de la familia en relación a la empresa, el sentido de pertenencia y de vínculo emocional del trabajador se incrementa paralelamente también. De hecho, en la actualidad, se liga este concepto al de promover la felicidad de las plantillas de trabajadores. En esta línea cabe destacar que un plan de bienestar laboral trabaja tres dimensiones: el desarrollo profesional del trabajador, el personal y el familiar.
Qué actividades suelen realizarse en un programa de bienestar laboral
- Programas de conciliación laboral. Desde mejorar la flexibilidad a implantar el teletrabajo, jornadas continuas, días libres extras por motivos de conciliación, etc.
- Programas de formación y carrera. Acciones de capacitación permanentes de los trabajadores, implantación de planes de promoción interna, etc.
- Programas asistenciales. Desde guarderías laborales a copagos de seguros médicos, ayudas para personas en situación de dependencia a cargo de la familia del trabajador, asistencia psicológica, etc.
- Programas educativos. Incluyendo desde co-pagos de escuelas, hasta posibilidades de pagos de matrículas universitarias, posgrados, etc.
- Programas de apoyo legal. Servicios jurídicos a disposición del trabajador y su núcleo familiar.
- Programas financieros. Facilidades para recibir retribuciones futuras por adelantado, préstamos preferenciales, ayudas a la compra de una vivienda o en situaciones vitales excepcionales, etc.
- Programas de ocio. Facilidades para las vacaciones como descuentos para hoteles, apartamentos de la empresa en lugares de veraneo, programa de puntos para vuelos de placer, etc. Estos programas de ocio también podrían incluir eventos y actividades “afterwork” que trabajan la integración de los equipos, pero también la relación entre familias: celebraciones de la empresa, actividades lúdicas como excursiones, viajes, actividades deportivas, etc.
5 consejos para elaborar un programa de bienestar laboral
- Es necesario haber realizado antes de su aprobación un diseño basado en cuestiones que a la plantilla le agraden y motiven. Por lo tanto, como punto inicial debemos medir la satisfacción de la plantilla y, a partir de ahí, mediante técnicas de investigación social, concretar qué medidas pueden motivar más a los trabajadores. No son pocos los programas de bienestar laboral que fracasan porque los empleados no participan en las actividades. Así, es buena idea que, además de esta reflexión y análisis previo, se construyan de la mano de las plantillas de la empresa.
- El plan de bienestar laboral debe contar como un proyecto intra-corporativo más:
- Debe tener un diseño que explique acciones y actividades planificadas con un cronograma.
- Ha de contemplar un presupuesto específico.
- Debe ser comunicado a los trabajadores, quienes deben conocerlo a fondo.
- Si queremos que sea un programa eficiente y garantizar su continuidad habrá que evaluarlo de manera continua. Así, mediante encuestas de satisfacción, análisis de clima laboral y otros indicadores de compromiso, pertenencia y rendimiento iremos analizando el impacto del programa de manera periódica.
- Además, suele ser interesante también comunicarlo externamente por motivos de reputación corporativa. Estos programas mejoran la imagen de la empresa y actúan de captadores de talento en una época en la que los trabajadores, no sólo se mueven por cuestiones económicas sino también por posibilidades de promoción y carrera y bienestar laboral principalmente.
Para finalizar, cabe comentar que un programa de bienestar laboral ha de verse como una inversión por parte de la empresa. No son pocos los beneficios que aporta en términos de productividad, retención y atracción del talento, mejora en el clima laboral, motivación, compromiso o, incluso, en la reputación corporativa. Puede formar parte de un programa más extenso de responsabilidad social empresarial y, además, ayudar a minimizar las bajas laborales trabajando programas de “empresa saludable” entre otros. Si os interesa el tema podéis ampliarlo en este link donde se trata con profundidad el tema de los entornos laborales saludables, a cargo de la Organización Mundial de la Salud.
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