Mostrar más resultados

Características del comercio internacional: ¿cuáles son?

Curso de Comercio Internacional
Características del comercio internacional: ¿cuáles son?

Escrito por Luís Busto

En el mundo moderno, los territorios realizan transacciones entre sí para nutrirse de lo que precisan y vender sus excedentes. La interdependencia es, de esta manera, una de las principales características del comercio internacional. Para llevarlo a cabo con éxito, resulta imprescindible trabajar —y desarrollar— una infraestructura logística a la altura, una de las competencias que puedes adquirir en el Curso de Comercio Internacional de Deusto Formación.

Si te ha picado la curiosidad, estás de suerte, porque hoy te hacemos un pequeño avance. ¡Descubre este sector tan próspero!

¿Qué características tiene el comercio internacional?

Interrelación, regulación, variedad de productos… Las características del comercio internacional proceden directamente de la globalización de los últimos años, que ha arraigado bien en España. Atrás quedaron los tiempos en los que un país producía todo lo que necesitaba.

Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, su nivel de exportaciones crece de un modo más dinámico que el de países vecinos como Francia, Italia o Portugal. Pero también tiene riesgos: si no se conocen a fondo las leyes bajo las que funcionan las transacciones de un territorio o no hay una correcta red de transportes, pueden sucederse las estafas o las operaciones fallidas.

Las exportaciones españolas crecen a mayor ritmo que territorios colindantes como Francia y Portugal

Las desventajas del comercio internacional son, pese a todo, mucho menores que sus beneficios. Hasta el punto de que la participación de un país en él se ha convertido en una suerte de indicador de su salud económica. Por eso, los mercados buscan profesionales capaces de llevar a cabo las transacciones. El primer paso es dominar las características del comercio internacional. ¡Aquí te contamos las más importantes!

1. Interdependencia

El comercio internacional se basa en una idea simple: adquirir los bienes de los que adolece un territorio y, en contrapartida, vender aquellos que produce en exceso.

En función de las condiciones climáticas, las tecnologías, las infraestructuras o los propios recursos geológicos, cada país es más proclive a fabricar una serie de bienes, mientras que obtener otros sería complicado. Aceptar que estos últimos van a importarse implica asumir una dependencia respecto a otros partes del planeta, que, a su vez, dependerán de esa nación para conseguir otros bienes o servicios.

2. Uso de divisas

Para hablar de otra de las características del comercio internacional hay que sumergirse de lleno en el tejido económico. Y es que estas transacciones se abonan en divisas, que es el nombre que se le da al dinero propio de un país que puede “transformarse” según el tipo de cambio.

Aunque existen distintas formas de pago en el comercio internacional, todas funcionan bajo esta equivalencia entre monedas extranjeras —por ejemplo, cuánto es un millón de euros en dólares—. La indica el banco central del territorio emisor y varía con el paso del tiempo.

3. Necesidad de logística

Vendedores al por mayor, retail, agentes comerciales, transportistas… Para que un producto llegue a otro territorio desde su país de origen, deben intervenir —y muchas veces sincronizarse— muchas personas.

Las empresas tienen, por ejemplo, que escoger las rutas más convenientes y asegurar las condiciones óptimas para entregar los bienes en buen estado. Además, hay que contar con los permisos que se demandan, una de las características del comercio internacional que no posee el interior.

Como veremos en el siguiente epígrafe, cada país establece sus reglas sobre qué y quiénes pueden traspasar sus fronteras. Tener en regla el papeleo y saber prever el nivel de demanda son aspectos básicos para triunfar en las transacciones.

4. Control de las operaciones

El comercio internacional funciona en un entorno legal complejo. No solo por la burocracia necesaria para acceder a un país foráneo, sino por el tipo de gravamen que este puede aplicar a los productos que importa.

Algunos establecen cuotas a pagar o encaren las mercancías extranjeras con impuestos que los hagan menos atractivos para los consumidores que los que el propio territorio fabrica. Pero la regulación también puede funcionar a la inversa, restringiendo los productos que pueden exportarse. Por ello, hay que estudiar en detalle el marco en el que se mueve cada nación antes de realizar una de estas operaciones.

5. Promoción de la innovación

Cuando existen pocas opciones, los negocios no tienen que esforzarse tanto para conseguir beneficios. Pero, ¿qué ocurre si hay una gran variedad de bienes que cubren las mismas necesidades? Entonces deben volcarse, abaratar sus precios o desarrollar innovaciones para que el cliente los elija.

Justamente esa es la consecuencia de la compra y venta entre países. Y una de las características del comercio internacional que más beneficia al consumidor, junto al acceso a mercancías que no podría obtener en su Estado de origen.

¡Fórmate en Comercio Internacional!

Se trata de una actividad que requiere atender a muchos elementos, pero que te brindará numerosas oportunidades para construir tu carrera en el exterior. También en España podrás consolidarte como profesional, gracias a la favorable evolución que este territorio ha venido experimentando.

En Deusto Formación queremos que aprendas a dominar esta gran red que, sin duda, seguirá marcando el día a día de la economía de las naciones. Nuestro Curso de Comercio Internacional te ayudará a conseguirlo con un panel docente especializado y con clases online que podrás visualizar en el momento que prefieras. Con la superación del programa, se te hará entrega de un diploma propio y de otro de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

¡Contáctanos y conoce todos los detalles de estas formaciones!